Con su nombre, la institución rinde homenaje al destacado maestro Jaime Molina Mota, padre de la fundadora. El centro, ubicado entonces en el sector Los Prados de Santo Domingo, Distrito Nacional, inició sus labores originalmente con siete niños y niñas en edades de año y medio hasta cinco años.

Para entonces doña Antonina laboraba sola, desempeñando todas las funciones: Directora, Maestra y hasta Conserje. Más adelante contó con la ayuda de algunos familiares, que han desempeñado diferentes roles de importancia dentro del colegio.

Transcurrido el primer año, se procedió a alquilar una casa en el mismo sector de Los Prados, donde se crearon entonces los primeros tres grados de la primaria.

En tal local se laboró durante 8 años, y la matrícula aumentó de tal manera que hubo que abrir todos los grados de la primaria hasta Séptimo.

Y ya para el año 1982 la institución tuvo que ser mudada a un nuevo local, de dos plantas, dentro del mismo sector capitalino.